Las TIC en la Administración Pública en el año 2.062

Siguiendo la estela cinematográfica de aquellas películas que materializaban la realidad del futuro, y que por otra parte tuvieron un éxito relativo en sus predicciones, tal y como refleja Rafael Argullol en su recomendable artículo publicado el pasado Sábado en Babelia, tengo cierta tendencia a imaginar cómo serán las TIC en la Administración Pública dentro de 50 años.

Se trata de un ejercicio muy recomendable a la hora de ponerse metas ambiciosas, ya que a largo plazo es fácil sustituir los impedimentos temporales por utopías bienintencionadas. no estamos sujetos a los condicionantes actuales, a los pequeños detalles y podemos pensar a lo grande.

En el caso que nos ocupa, las TICs, no solo suelo centrarme en los aspectos puramente tecnológicos, también me dejo ir por los vericuetos de lo organizativo, de la consideración de las TIC dentro de las AAPP y de su peso en los órganos de decisión.


Así que el otro día al leer una noticia relacionada con el Consejo de Defensa Nacional se me caían los lagrimones, de envidia insana. Claro está que algo tan novedoso como las TIC no puede compararse con una institución que ha sido fundamental para la creación del moderno estado nación, para el mantenimiento del control social y para la instauración de los distintos órdenes mundiales desde el sXV.


Pero, sin embargo es cierto que en muy poco tiempo las TIC se han convertido en un instrumento fundamental para la sociedad del sXXI y que sin lugar jugarán un papel tan fundamental como el ejercito en los siglos pasados.  

Así que haciendo un extracto de la noticia:

• reunión en Zarzuela bajo la Presidencia del Rey, y con presencia del Príncipe, el Presidente del Gobierno, el Ministro de Defensa, altos Mandos Militares y algunos otros Ministros implicados
• con el objetivo debatir, acordar y desarrollar las medidas y objetivos esenciales de la Defensa Nacional a corto y medio plazo
• tratando los posibles efectos de los recortes en Defensa en relación a las dotaciones de nuestros Ejércitos

Vamos a dejar a un lado si un órgano de tan vital importancia debe reunirse fuera del Parlamento rehuyendo los debates públicos y hurtando a la democracia la posibilidad de dirigir los destinos y la soberanía de la nación.

Centrémonos en el hecho de que un colectivo de la Administración Pública (el militar) trata directamente con el Gobierno los efectos de los recortes en sus dotaciones, presupuestos y estrategias, demostrando de que todos estos aspectos son considerados de vital importancia.

¿Tendremos alguna vez el Consejo TIC Nacional con un rango similar y ese tipo de interlocutores?, ¿será en el 2.062?, ¿será este Consejo el que hará las labores propuestas para el comité de sabios garantes de la reutilización del que hablé hace unos días?

Eso sí, si cuando se cree dicho Consejo yo no estoy por aquí, por favor evitar que heredemos la sede del Estado Mayor de la Defensa, sita en Vitruvio, ya que esa calle de Madrid es propensa a que se caiga todo (perdonar la disgresión):

• desde la última V que se cayó siendo una B y hasta hace bien poco algunas placas identificativas colocadas en la calle venían nominadas con Vitrubio
• hasta el mismo mando supremo de las Fuerzas Armadas, es decir, el Rey, que sufrió un tropezón cuando visitaba el centro

• pasando por, y que me perdonen el chiste mis ex-compañeros de Educación, los sistemas TIC de la SGTIC del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
• y por la educación de Madrid Capital, que está algo peor que por los suelos en cuanto a calidad pero por las nubes en cuanto a los costes (todavía no tenemos que hablar de precios cuando hablamos de educación pero falta muy, muy poco)