
Si que es cierto que ya deslicé algunas críticas hacía el diseño apuntado (ya digo que pueden ser carencias del modelo, según mi punto de vista, o puede que el detalle del BOE elimine mis suspicacias). Es difícil entrar a valorar un diseño de gobernanza de políticas TIC sin tener todos los detalles.
Aún así, es de reconocer que existen grandes avances en las líneas estratégicas. Los más sobresalientes, a mi entender son, el comité de inversiones que autoriza los gastos desde un punto de vista estrictamente de política TIC y las comisiones ministeriales donde usuarios funcionales y gestores TIC confluyen para impulsar la trasformación digital de las organizaciones (esperemos que sean verdaderamente ejecutivas y que los usuarios funcionales se impregnen de lo que las TICs les pueden ofrecer).
Existen otros puntos oscuros: no se aclara si los CIOs sectoriales dependerán como hasta ahora de la estructura funcional de cada organismo o de la Agencia TIC, cuestión de gran relevancia para que las TICs sean verdaderamente una palanca de cambio organizativo y que tenga las mismas directrices en todos los departamentos, al estilo de la abogacía del estado o de las intervenciones delegadas.