Vamos al grano y dejando a un lado los preliminares (que si CORA, que si OPERA, que si CIO, ...), que se suponen conocidos para todo aquel que se acerque por estos lares.
Desgraciadamente, hace tiempo que caí en el empirismo y perdí la fe ciega, y más en estos políticos que tienen un discurso muy mutante, así que busqué algún dato más pero no he encontré referencia alguna a los países modelo, ni al método de cálculo por el que han sacado los 40 M€, ni en que Ministerios ya se han aplicado esa centralización. Ni siquiera al tiempo en que se producirían esos ahorros.
No seré yo el que no critique la actual situación de las TICs en la AGE ni el que deje de alabar estos necesario intentos centralizadores. Tanto el estado del arte como el más simple análisis racional de la situación hacían más que necesario un paso como esté. Sin embargo, a uno le sorprende que 40 M€ tan inciertos den ni siquiera para una frase de la Vicepresidenta teniendo en los Presupuestos Generales del Estado grandes, grandísimas partidas presupuestarias mucho más voluminosas y donde estoy seguro que cualquier aproximación racional para analizar su coste y beneficio social y económico darían mucho más juego. Más bien parece que todo responde a elegir a un chivo expiatorio y que sea fácil de explicar y de entender (¿pues no piensan ustedes que si contratamos todo junto en lugar de por separado conseguiremos ahorrar?), empleando la táctica del perogrullo. Ante tal argumentación poco se puede objetar. Si acaso recordar que no es de ahí donde UNICAMENTE se pueden conseguir ahorros. Y si nos centramos en las TICs, esa contratación centralizada no tendrá sentido si no se realiza una redistribución de personal y que además la cuestión no está ahorrar en las TICs, si no CON las TICs.
Pero todo eso es ya sabido. Lo nuevo que quería aportar en este post es que falta otra variable más en la ecuación. Ahorramos 40 M€ según el paradigma actual de externalización de las comunicaciones, pero, ¿alguien ha echado las cuentas de cuánto se ahorraría en el caso de tener una compañía de telecomunicaciones propia?, ¿por qué nunca se nos permite realizar ese ejercicio?
Claro, es que eso de tener grandes compañías públicas es de antiguos trasnochados, de gente seria y ordenada frente a estos latinos tendentes a cierto desorden económico-presupuestario (Los berlinenes votan si su red eléctrica pasa a manos públicas -ganó el si con un 83%, pero no tuvo efecto al votar un 24% del censo, necesitándose un 25%- o París: las autoridades locales retoman la gestión del agua) o de independentistas irredentos (ERC plantea nacionalizar la red de Telefónica en una Cataluña independiente).
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