Hace tiempo que vengo dando vueltas a esta entrada y, aunque finalmente la publico, no tengo muy claro si la orientación es la correcta.
Los recortes presupuestarios que se están produciendo están afectando sobremanera a los departamentos TICs, ya que la mayoría de ellos basan su funcionamiento en asistencias técnicas, es decir, personal externo contratado. Si se tiene menos dinero para contratar, hay que dejar salir a los que hasta ahora te hacían el servicio (desarrollos, mantenimientos, ...) (muchas veces dando el mismo servicio, pero ese es otro tema).
A ese entorno austero hay que sumar las indicaciones sobre la cesión ilegal de trabajadores y el cuidado exquisito que se debe tener con esas contrataciones (http://www.administraciondigital.es/index.php?option=com_content&view=article&id=833:contratacion-tic-ino-lo-volvere-a-hacer-mas&catid=14:opinion).
Y ahora, ¿qué es lo que quiero contar yo con esta entrada? Pues más que dar una solución, plantear las dudas que me genera todo este entramado que se ha formado alrededor de los departamentos TICs que sólo funcionan con personal externo, o funcionan mayoritariamente con la aportación de personal externo a las AAPP.Primer punto: inversión frente a gasto
Hay una tendencia a que en los presupuestos de las administraciones públicas (AAPP), el montante económico destinado a cubrir el salario de los funcionarios o el personal laboral, sea cada vez menor. Es un gasto y además la ciudadanía ve muy mal ese dinero gastado en funcionarios, quiero decir, vagos, con el puesto asegurado de por vida, ... Ya sabéis a lo que me refiero.
Sin embargo, cuando se ve la parte de inversión, hay cierto consenso en considerar que cuanta más alta sea mejor (sobre todo en épocas de crisis), ya que se genera empleo, se mueve la economía, ...
Pero en las TICs mi experiencia es que por el coste de un externo de baja/media cualificación podría llegar a tener hasta 3 trabajadores (ratio que va aumentando a media que se contratan perfiles más altos). ¿Cuándo se genera más empleo?, ¿cómo se es de eficiente gastando el presupuesto en cada uno de los modelos?, ¿qué calidad de puesto de trabajo ofrecen las empresas a esos contratados y qué calidad ofrece el estado?, ¿no es cómplice el estado de ciertos 'infrasalarios' e 'infrapuestos' de trabajo cuando ofrece contratos por muy poco precio sabiendo que al fin y al cabo se traducirá en condicionales laborales que deberían ser inasumibles?, ...
Segundo punto: el buenismo: ¿se merece el ser humano ser funcionario (o laboral)?
Pero ante esa concepción de generar puestos de funcionarios o laborales en lugar de contratar, se puede enfrentar la caterva, casi lumpem, de trabajadores de las AAPP desfasados tecnológicamente, que sólo suponen un gasto y no aportan nada a la organización (a veces si aportan, problemas: que si ls vacaciones, que si mi mesa es peor que la de aquel, ...). Al contratar personal externo, las AAPP se aseguran de contar con personal cualificado y es ese personal, con el miedo a quedarse fuera del mercado laboral, el que se preocupa por estar formado en las últimas tendencias (algo que en las TICs es fundamental). Además, en los puestos bajos de las TICs, se está produciendo una tendencia imparable que las convierte en 'utilities', de forma que a la organización no le aporta nada tener administradores de sistemas o personal que sepa configurar un 'router'. Y dentro de nada, tirar líneas de código. Luego ante esas condiciones (apalancamiento del personal funcionario/laboral, el miedo a ser despedido es lo único que hace al ser humano estar vivo profesionalmente y el continuo y cada vez más veloz avance de las técnicas asociadas a las TICs), la única opción es la de contratar asistencias técnicas.
Tercer punto: ¿y yo que opino? Mi conclusión
Pues como todo en la vida, toda solución tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Es claro que si la administración contrata directamente, nos ahorraríamos muchísimo en costes o visto de otra forma, con el mismo presupuesto se harían muchas más cosas.
También es cierto que en el ser humano tiene cierta tendencia, vamos a llamarlo, dejarse llevar, y que tristemente, parece necesario que el miedo a perder el puesto de trabajo es lo único que nos hace estar vivos profesionalmente (quizá con algunas décadas invirtiendo en un mensaje educativo distinto de este individualismo que nos invade, de lo que significa ser trabajador público, de la responsabilidad que tiene un servidor público, de fomentar seriamente la formación y la innovación, de vincular al trabajador en las decisiones estratégicas de la organización, ... podría cambiarse este comportamiento, pero a día de hoy tenemos lo que tenemos).
Así que con todo eso, la única solución a corto plazo es que la contratación de laborales de las AAPP fuese realmente una contratación de personal laboral, tal y como lo hace cualquier empresa privada. Y que, sin asimilarse a los funcionarios, y salvando las resistencias de los sindicatos, se tuviera más flexibilidad en lo que a contratación y despido de ese personal.
Al fin y al cabo todo el mundo ganaría: los contratados porque seguramente cobrarían más y tendrían mejor calidad en el empleo. El ciudadano, porque se emplearían mejor sus impuestos, no derivándose en mantener en estructuras empresariales (esos comerciales, gerentes, ... ). Los funcionarios que nos pasamos la vida recibiendo a empresas, haciendo contratos, negociando (cuando se puede), en lugar de estar dedicados a dirigir proyectos. Hasta los sindicatos, que tendrían más trabajadores con los que presionar a la dirección.
Claramente algunos perderían (además de esos gerentes de las empresas externas): aquellos funcionarios cuyo (parte de su) cometido es la contratación de personal externo. Y no pienso en las mesas de contratación. Pienso en que se acabarían esas comidas con empresas, esos eventos con 'regalos', esos viajes para asistir a lanzamientos mundiales de productos, esos encuentros en los campos de golf, esos regalos por navidad, ... Todos esos 'cohechitos' (por otra parte prohibidos por ley pero que todo el mundo hace) y también ese sentimiento que le embarga a uno cuando comparte mantel con el director general de no sé que multinacional se acabarían. Y claro, tendrían/tendríamos que empezar a hacer su labor como directores TICs. Pero hace tanto tiempo que no la hacen/hacemos que seguro que ya no sabríamos. Pero total, nadie se da cuenta. El negocio está montado de tal forma que el único que sufre, sin saberlo, es el ciudadano, al que malgastamos sus impuestos y le engañamos diciendo que estamos invirtiendo. Y quizá contratando a su hijo recién licenciado. Qué está muy contento porque al trabajar para la AAPP tiene un buen horario, no como sus amigos que trabajan para consultoras de sol a sol. Eso sí, no sabe que la AAPP está pagando su casi 3 veces su salario a la empresa que sólo se ocupa de ingresarle mensualmente su salario.
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