martes, 26 de agosto de 2014

Los resortes que empujan a la productividad



¿Qué es lo que empuja a una empresa a intentar mejorar su productividad? La respuesta impulsiva en estos tiempos de crisis, libre mercado y libros de economía por doquier es clara: la competencia, el libre mercado.

Pero, ¿tienen todos los mercados las condiciones necesarias para que los actores del mismo se embarquen en una carrera en busca del aumento de la productividad? ¿Existen mercados donde los actores no necesitan o no tienen los incentivos necesarios para incrementar la productividad? Y en esos casos, ¿cómo se lograría empujar a esos mercados a que sean más productivos?, ¿subvenciones o como buenos funcionarios incrementamos el gran volumen normativo del que ya disfrutamos?

A todo esto le he estado dando vueltas esta misma tarde cuando estaba realizando un encargo familiar. He tenido que acudir a un centro hospitalario -privado- para recoger el resultado de unas pruebas médicas (entregando la correspondiente autorización). El resultado resulta ser un CD que el afectado debe llevar en mano al especialista correspondiente (pertenece a otro centro distinto al escogido para realizar las pruebas) para que este analice el problema en cuestión. Por el historial, seguramente a la vista de los resultados, el especialista recomiende hacer más pruebas. 


Todo este ciclo de idas, recogidas, citas médicas, ... podía ser drásticamente mejorado con el uso de las TICs (envío de los resultados al especialista o al interesado a través de medios electrónicos, cita telefónica entre el especialista y el interesado para explicación de los datos y comunicación de las más que previsibles pruebas restantes mediante medios electrónicos).

El uso de las TICs hubiera evitado desplazamientos con sus gastos correspondientes (tiempo, combustible, aparcamiento, ...), pérdidas de horas laborales o de ocio, ocupación del personal dedicado a entregar las pruebas, menos utilización del recinto hospitalario, ... 

Puede que a la empresa sanitaria le de igual el perjuicio al que somete a sus cliente por su falta de adecuación a los nuevos tiempos. Además, los incentivos para mejorar el sistema son mínimos, ya que la competencia es relativamente poca (sobre todo cuando el resto de escasos competidores tienen prácticas muy similares). Sin embargo al estado si que debería preocuparle como se van por el sumidero todos esos euros en forma de uso de carreteras, combustible, horas improductivas, ... ¿Qué es lo que debería hacer? ¿Regular?, ¿subvencionar?, ¿ofrecer soluciones -tipo carpeta ciudadana donde los actores privados puedan "cargar" documentos y el ciudadano pueda compartirlos con aquellos que decida?, ¿estimular la creación de startups que implementen soluciones para acabar con estos o similares problemas?

Problema complejo, pero no por ello debemos dejar de abordarlo, ya que en este entorno es donde nos jugamos el futuro como país. Empresas privadas, estado y sociedad civil debemos encontrar la manera de profundizar el uso de las TICs en nuestra vida cotidiana si es que queremos que este país tenga algún futuro. Y para ello, y siento repetirme,  las TICs deben escalar posiciones dentro de las grandes políticas de estado.




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