Se acabaron las excusas. Ya tenemos estructura. Y lo que es más, ya tenemos gobernanza. El nuevo modelo de las TICs dentro de la AGE ha sido refrendado por el BOE y ya lo único que vale es la cruda realidad. Solo ella, la realidad, nos demostrará si la imagen que nos devuelve el espejo es la imaginada o es la real.
Pero para ello se necesitará un tiempo. Y por tanto, ahora solo nos queda analizar el BOE y aventurar qué pudo ser y qué podrá pasar. Permitirme que me centre muy poco en las bonanzas que descubra. Como todo ser humano, una vez alcanzas las metas que uno se propone, estas se dan por olvidadas y nos dedicamos a levantar la vista en pos de lo que nos espera (por cierto, dos excelente análisis decriptivos de ambas medidas los podéis encontrar en estos dos enlaces: La Reforma de las TIC en la Administración General del Estado y RealDecreto 806/2014 sobre organización e instrumentos operativos de las TIC en la AGE y sus Organismos Públicos. Tampoco volveré a incidir en que en realidad no era este el modelo el que algunos demandábamos, ya que creemos que no tiene sentido una centralización de las TIC sin centralizar otras competencias o funciones que también tienen carácter horizontal. E intentaré hacer un análisis desde el reconocimiento que la normativa, para ser buena, a veces, no tiene que ser precisa, ya que es justamente esa precisión la que en ocasiones atenaza a las estructuras, y sin embargo, cierta ambigüedad o flexibilidad, si se cuenta con las personas y el deseo adecuado, pueden dar mejores resultados.