(Actualizada 24-enero-2014 con dos comentarios al final del post)
La semana pasada compartí una charla (y espero no reventar la exclusiva) con esos tres intrépidos compañeros de cuerpo que se han lanzado a hacer una radiografía de nuestro sector a través de lo que se conoce como podcast (y que les hemos premiado por ello) Ni que decir tiene que intentaré vencer a mis propias tentaciones ególatras y no enlazaré en este blog la conversación grabada.
Por varias razones. La principal es porque, aún antes de oír el resultado, haciendo un resumen mental de lo que fui capaz de balbucear, creo que me dejé muchas cosas de interés en el tintero. Es lo que tiene cuando te enfrentas a una entrevista donde el trabajo previo a la misma se ha centrado únicamente en referir ciertos temas de tu día a día profesional, y cuando el entrevistado no está muy acostumbrado a este tipo de formato, donde los reflejos y la reflexión previa sobre cualquiera de los temas que te pregunten es requisito indispensable para articular un discurso coherente e interesante. Dejemos mis miserias verbales y centremos el tema.