jueves, 11 de septiembre de 2014

¿Por qué no le sacamos la pasta a la gente? Desaprovechando oportunidades



Hace unos días se reunía en Madrid el "Comité del Derecho al Olvido" que Google ha nombrado con el fin de que empiece a generar los criterios que permitan determinar de una manera clara, y pública, que enlaces dejarán de ser encontrados a través del buscador al realizar determinadas búsquedas.

Más allá de lo que uno piense sobre la famosa sentencia conocida como el derecho al olvido, o al derecho al escondite como la nombran otros, lo sorprendente de la misma es la reacción de los poderes públicos (al menos los de este país). O mejor dicho, la falta de reacción.

Se ha trasladado a Google la capacidad para determinar lo que es sensible o lo que no, lo que es relevante o lo que no, quién es un personaje público y quién no, que actividad tiene o tuvo relevancia pública o la que no, ... 

Además de no entender el por qué los poderes públicos permiten que una empresa privada sea la que decida sobre un (supuesto) derecho, menos entiende cómo no se reseña que cada buscador relevante tendría que tener un comité parecido. 


Y no solo eso. Ahora Google es el buscador por antonomasia. ¿Para siempre?, ¿qué sucederá cuando aparezca otro buscador que reemplace a Google (algo no descartable en este entorno donde gigantes crecen y caen sin casi darnos cuenta)?, ¿tendrán los ciudadanos que volver a solicitar el "olvido" de sus conductas indecorosas al nuevo buscador?

Ya digo que es sorprendente que nadie se haya puesto la tarea a crear un Registro de URL a "olvidar", Registro que sea llevado por funcionarios públicos y que asegure que las decisiones son tomadas según la normativa española y que se aplican criterios para asegurar la durabilidad de las peticiones concedidas y que además sea de obligada consulta por aquellos buscadores que quieran tener actividad en suelo español.

Claro está, este registro se regiría por unas (suculentas) tasas que desincentivaran su uso. Además, menos me explico que nadie haya dado ese paso para resarcir a ese gremio tan azotado por la crisis como son los Registradores de la Propiedad, que han demostrado tanta valía, presteza y profesionalidad en la llevanza de ese registro, que bien podrían ocuparse de este otro (además de los ya previstos como nacimiento, defunción, ...).

También existen otras explicaciones para esta falta de acción: que se trate de aplicar hasta el límite la ideología liberal que deja hacer al sector privado. O incluso que el derecho al olvido les importe un carajo y si Google tiene que gastarse unos eurillos, total, va de suyo los atracos (como en la tasa AEDE).




No hay comentarios:

Publicar un comentario