lunes, 24 de septiembre de 2012

48 horas con Teléfónica: conclusiones

El pasado mes de Julio (las vacaciones dan para esto, para ir sacando los 'post' pendientes, que pierden algo de actualidad y, que no es mi caso, aprovechando que el tiempo hace reposar las ideas, deberían ganar en calidad y profundidad) tuve la oportunidad de asistir (por primera vez) al evento 48 horas con Telefónica.

Aunque quería centrarme en una de las conferencias a las que asistí, es necesario reconocer reconocer a los organizadores lo excepcionalmente bien organizado que está el evento: la organización cuidad hasta los más mínimos detalles de atención a los asistentes, los eventos lúdicos, la información, ... Además, en lo que respecta a la parte profesional, la verdad es que me sorprendió gratamente y puedo decir que saqué algunas conclusiones útiles así como aprendí algunas lecciones importantes. Si a lo anterior le unes que te reencuentras con viejos amigos, creo que puedo decir que fue una asistencia provechosa, y sorprendentemente para este tipo de eventos, lo profesional ocupó un lugar destacadísimo tanto en la agenda como en el provecho obtenido. ¡¡Quién me ha visto y quién me ve!!

Desde mi propio aprovechamiento personal, la estrella de las conferencias era la sesión Eficiencia y transformación TIC en las Administraciones Públicas, con tres destacados ponentes. A través del enlace podéis acceder a un magnífico resumen oficial de la sesión a la que me gustaría unir mis modestas conclusiones en modo resumido, ya que los temas dan para una exposición mucho más detallada y además muchos de ellos ya lo hemos tratado en este blog.


Lo primero que me gustaría decir es que se nota cierto estancamiento en el mensaje a transmitir por los ponentes, y por extensión, casi todos los responsables TIC de las AAPP a los que escucho. Se vienen repitiendo casi los mismos mensajes desde hace al menos dos años como si fuesen una letanía. Eso quiere decir o que no se han conseguido los objetivos que se marcaron cuando empezaron a aparecer esos mensajes, y por eso hay que seguir repitiéndolos, o que los mensajes se lanzaron mucho antes de tener las condiciones objetivas (tecnológicas -al más puro estilo de comercial TIC vendiendo lo que yo llamo vaporware: esas presentaciones milagrosas de productos por desarrollar que todos hemos sufrido-, organizativas y normativas) necesarias para lograr esos objetivos. En estos tiempos de tanta liviandad, de mensajes enlatados, de análisis a la lígera, ... debemos ser cuidadosos con este tipo de situaciones. Los que verdaderamente detentan el poder, al menos en las AAPP, pueden cansarse de que les prometamos el valhalla una y otra vez, pero pasados los ejercicios presupuestarios, la situación es siempre la misma, no dándose un salto cualitativo. Acabaremos por aburrirles. Debemos acercar el mensaje a la realidad.

Bajando a los detalles, algunos de los conceptos que se trataron y que quería resaltar fueron los siguientes:
  • cloud: qué sesión puede permitirse el lujo de no hablar de cloud, sobre todo cuando está esponsorizada por un proveedor TIC como Telefónica. Ya hemos hablado largo y profundo en este blog sobre el cloud y sus peligros y de si coud y externalización tienen que ir necesariamente vinculados. Por lo que veo en cualquier foro donde se habla de cloud, se habla de externalización, y creo necesariamente, que no es ni debe ser la única opción. Repito que las AAPP deben también velar por la calidad y las condiciones de trabajo que genera su actividad en el entorno privado, así como la de maximización de las capacidades de sus actuales plantillas.
  • eadministración: a pesar de todos los esfuerzos realizados, de la informatización de casi el 100% de los procedimientos (verdaderamente es algo que no me creo), de los esfuerzos normativos, de la masiva difusión del DNI electrónico, ... no acaba de despegar. Se pide tiempo, campañas de difusión, esperar a las nuevas generaciones -nativos digitales-, .. Creo que faltan dos detalles fundamentales: 
    • es necesario un único punto de entrada a todos los servicios electrónicos de, al menos, la Administración General del Estado -AGE-, desde donde se tenga una visión de todas las interacciones que ha hecho el ciudadano con cualquier unidad administrativa.
    • es necesario uniformizar la experiencia de usuario cuando tramita electrónicamente. No es admisible que según qué organismo, para realizar una firma electrónica, tenga que utilizar una versión específica de un plugin o una versión concreta de un navegador. Así mismo, no se puede pedir que para entrar a cierta web tenga que alterar el nivel de seguridad de su navegador y que en otras tenga problemas para que su navegador de por seguro el certificado digital utilizado por el servidor remoto. 
    • Se tiene que avanzar hacia una uniformización de la funcionalidad y usabilidad de las webs institucionales, usando desarrollos comunes. Para ello es necesario una plataforma de servicios comunes que llegue incluso a detallar la interacción con el usuario y una normativa que obligue a su uso de las mismas. La estandarización suprimirá grados de libertad y coartará algo la innovación, pero ganaremos usuarios. No estamos para probaturas, inventos tecnológicos ni aplicación de las últimas tecnologías, estamos para fidelizar al usuario y, para ahorrar costes.
  • Colaboración Público Privada: el nuevo mantra en estos tiempos de restricciones presupuestarias. Solo quiero apuntar que por mucho que digan, la mayoría de las empresas solo ven negocio, y las AAPP estamos, pienso, para otras cosas, además de para generar negocio. No quiero que esto se vea como algo peyorativo para las empresas. Está en su naturaleza el hacer negocio, como está en la del escorpión picar a la rana. Por ello es necesario tener especial cuidado en elegir los proyectos sin caer en la pura decisión presupuestaria: carezco de posibilidades económicas para satisfacer una determinada necesidad y la CPP me soluciona el problema.
  • Innovación (y de forma muy breve): no solo el CIO debe innovar. O innova toda la organización, con su departamento especializado, o el salto nunca será dado.

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