martes, 7 de febrero de 2012

Ni las empresas pueden regalar nada. La próxima víctima es el software libre

En algunas ocasiones ya hemos hablado aquí de la comercialización/privatización de ciertos servicios y la imposibilidad de que las administraciones públicas puedan ofrecer a sus adminsitrados aquello que consideren conveniente (y no digo gratis ya que al final, esos servicios son sufragados con los impuestos que todos aportamos a las arcas públicas).


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Está claro que vivimos en un mundo donde, cada vez más, se van cercenando las alternativas a otra forma de relacionarse, intentando que todo se base en intercambios comerciales. Incluso veremos en poco tiempo que el préstamo de tus posesiones (aunque sea a desconocidos) sea también un delito (por si algún despistado no cae: criminalización de las redes P2P y el intercambio de archivos).

Pues bien, ahora uno recibe la siguiente noticia: El tribunal de Comercio de París multa a Google porque Google Maps es gratis
No vamos aquí a competir con un juez y unos abogados que han dedicado mucho esfuerzo y tiempo en analizar el tema desde muchos puntos de vista, pero si que nos vamos a permitir un poco de demagogia aderezada con sentido común.


¿No pueden las empresas regalar nada? Bueno, una cosa es un regalo promocional y otra cosa es establecer un servicio gratuito subvencionado con los beneficios de otras actividades de la misma empresa que imposibilite que otros puedan vender ese mismo tipo de servicios (aunque sean de peor calidad).

¿Pero no estábamos en el libre mercado? Si, pero existen una leyes antidumping que impiden vender (y supongo que regalar) un producto por debajo del coste de producción (por cierto el dumping social si que existe, ya que se pueden utilizar asalariados de otros paises que cobren mucho menos que los nacionales, o sin irnos tan lejos, la utilización de las horas extras no remuneradas también es una forma de dumping, ya que coloca en ventaja competitiva a aquellas empresas que utilizan esta práctica frente a las legales sujetas al pago de las mismas y al tope en cuanto al número). Además, si el servicio gratuito es de un éxito colosal, se convierte en un monopolio de facto que una vez aniquilada la competencia podrá usarlo de la manera más ventajosa para sus intereses y en perjuicio de los consumidores.

Pues entonces, digo yo, que actuen como hicieron con Microsoft, obligando a abrir su código o compartir los servicios de valor añadido que puedan obtenerse al utilizar su plataforma, ¿pero eso de multar por ofrecer algo gratis en la era de internet? Además, aunque la noticia de prensa no lo contempla: ¿le obliga a dejar de prestar servicios en Francia?, ¿se quedarán los franceses sin ese servicio y tendrán que utilizar servicios de proxy para ocultar sus direcciones y poder usarlo?

Cada vez que reflexiono más en el tema me resulta kafkiano. ¿Se podría multar a todos los que desarrollan alguna herramienta de software libre -como por ejemplo Firefox- ya que impide que las empresas puedan vender un navegador?, ¿o se podría actuar contra aquellos filántropos que dedican parte de su fortuna a investigar alguna enferemedad y desarrollar una vacuna que se distribuye gratuitamente ya qyue vulnera los derechos de los emporios farmaceúticos? Prefiero parar porque de verdad es que vamos a acabar en un mundo ..... Lo malo es que ya estamos en él.

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